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lunes, 14 de junio de 2010

Camino de Santiago, preparativos

Este post es el comienzo de una nueva aventura que me propongo contar por aquí. Del 16 al 22 de julio tengo previsto realizar 156 km del Camino, distancia que separa O Cebreiro de Santiago de Compostela. Lo haré formando parte de la expedición que organiza La Fundación Deporte y Desafío. Los seguidores de mi blog podéis recordar esta organización, pues conté en este mismo espacio mi experiencia en varios cursos de esquí que hice con ellos, ya que se dedican a promocionar y facilitar la práctica del deporte de las personas con diversidad funcional.

El sábado pasado, 12 de junio, nos reunimos en el Club Deportivo Somontes en Madrid, para tener el primer contacto entre nosotros, y recibir algunas instrucciones y recomendaciones. Aunque no estuvimos todos, nos pudimos conocer a algunos compañerdel grupo y de la organización. Para que os vayáis haciendo una idea del proyecto, iremos cuatro personas ciegas, seis en silla de ruedas y siete más que aún no tengo muy identificadas, nuestros 17 acompañantes y otro grupo entre voluntarios, personal de apoyo, de la organización y de los patrocinadores.

Tras las presentaciones, Jorge Campos, promotor del proyecto y conocedor del Camino de Santiago nos ofreció una interesante charla, sobre cosas a tener en cuenta para llevar a cabo la aventura con la mayor comodidad y éxito, destacando principalmente el cuidado de nuestros pies, que pienso seguir rigurosamente y advirtiéndonos de la dificultad de la aventura. Alguna broma suscitó sobre si querían que nos arrepintiésemos alguno o si era la propia Fundación que estaba teniendo conciencia del lío en el que se había metido. Dijeron, que si alguien se echaba atrás, mejor que fuese en ese momento.

Carmen, de la Fundación, nos estuvo hablando de las etapas, del equipaje que debíamos llevar y de lo que nos proporcionarían los patrocinadores. Nos pidió encarecidamente que llevásemos el menor equipaje posible, porque éramos muchos, y que dejásemos en casa los dispositivos electrónicos porque con cargar los móviles al llegar a los albergues, ya tendríamos suficiente. La verdad es que me resisto a dejar en casa mi miniportátil, porque entonces no podré tomar mis notas, y menos aún publicar en este blog. Así que al final imagino que lo llevaré, y entre él y el iphone registraré lo que me sea posible, quizá corto y rápido, pero al menos será algo. Para mí el portátil es como el bolígrafo.

Después estuvimos haciendo una pequeña ruta por el Pardo y a continuación los asistentes se dirigieron a la Iglesia de Santiago y San Juan Bautista para recibir la bendición del peregrino
del arzobispado de Madrid, excepto algunos disidentes que nos escaqueamos directamente desde Somontes hacia el centro de la capital.

La impresión que me quedó de la jornada, es que desde la Fundación lo tienen todo bastante bien controlado y organizado, que vamos a llevar un buen equipo de apoyo y que el ambiente entre los participantes era de pasarlo bien y disfrutar de la experiencia. Con el propósito de entrenarnos en las semanas que quedan hasta la partida, nos despedimos hasta el día 15 de julio, esa noche la pasaremos en Ponferrada (León), para desplazarnos el día 16 hasta O Cebreiro, donde empezaremos la primera etapa.

Continuará...

2 comentarios:

Rosa Chacón dijo...

La pregunta tonta de la noche. Vas a llevar a la perrita?

Sol dijo...

No, tonta no es, porque tampoco yo lo tenía muy claro. Al principio sí que pensé llevármela, pero según he ido viendo la dureza de la expedición, me ha parecido que era demasiado para ella y que prefiero dejarla, más aún cuando voy a ir con una persona y como guía no la necesito. Creo que para ella son muchos kilómetros, mucho calor y salir demasiado de sus rutinas, demasiado para una perra como ella que ya funciona con un alto grado de ansiedad.