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sábado, 18 de septiembre de 2010

Un nuevo espacio para habitar

Hace unas semanas me di cuenta que había desaparecido mi anterior blog, aquél en el que fui escribiendo entre diciembre de 2005 y junio de este año. Allí fui dejando mis textos, mis impresiones sobre libros, artículos o noticias que encontraba por la red y mucho de lo que surgió de mis experiencias y vivencias de esos años. Cuando lo empecé buscaba únicamente un espacio personal donde ir escribiendo cualquier cosa que me pareciese digna de dedicarle unos minutillos. Después con el tiempo me ha servido para recordar momentos por los que he ido pasando, darme cuenta de las reacciones que había tenido en aquellos tiempos y las huellas que han ido dejando en mí. Sí, era un buen medio para la reflexión, el recuerdo y el impulso para seguir avanzando, para constatar que no camino en el vacío, si no completando trayectorias. Así que con el tiempo llegó a ser un proyecto con sentido, con su lógica, con su necesidad de ser.

Por eso me ha entristecido constatar que ha desaparecido definitivamente, que no es un fallo temporal de Jazztelia. Quizá es un exceso de sentimentalismo el que me lleva a esta dificultad por cerrar asuntos y por tanto decirle adiós a lo que fue. Pero como ya llevo unos días en ello y creo que nada es por casualidad, he llegado a la conclusión de que aquel espacio cumplió ya su función, ha sido un tiempo de construcción, ha quedado bonito, acabado y listo para ser habitado.

Ese espacio está hecho de rosas y de espinas, de piedras fundamentales que sirven de base, de arena fina que rellena huecos, de estrellas que iluminan en noches oscuras y brisa fresca que se cuela por ventanas que de vez en cuando dejo abiertas. Por eso quizá varios de aquellos textos vuelvan alguna vez por aquí, como homenaje, como recuerdo o simplemente por una imposibilidad de poderlos olvidar.

Lo escrito durante casi cinco años ha desaparecido de la red, pero ha servido para apropiarme de mi experiencia, para construir un espacio propio que ahora me toca habitar.

Que así sea.

4 comentarios:

Rosa Chacón dijo...

Hola: han desaparecido de la red, pero lo que importa es que no desaparezcan de los corazones a los que llegaron, y que no olvides las huellas que te dejaron.

isabel dijo...

Descansen en paz los momentos pasados que ya no tienen capacidad de moler en el molino de la vida, pero que conforman la esencia de lo que somos. Una amiga mejicana me dijo: "La vida es como los armarios roperos, de vez en cuando hay que vaciarlos para dar cabida a cosas nuevas". Y tiene razón,quizás con ello el armario ya tiene sitio para todas aquellas vivencias que han de venir y que conformarán lo que seremos. A blog muerto, blog puesto, no?

Maria Björnberg dijo...

Tienes una manera de escribir preciosa, Sole!

& como dices, todo tiene su sentido. & cuando pasa algo como esto, empezamos a reflexionar.

Ya empieza un capítulo nuevo.

Loboazul dijo...

Te recuerdo"Amanda" que la vida es eterna en cinco minutos. Este mismo instante, el ahora, condensa el pasado y el porvenir, magnficando la escena de un fotograma que formará parte inexorable de nuestro periplo vital.Si en el fondo lo que tenemos,es la necesidad de legar nuestra experiencia en corto o largo metraje,para beneficio y disfrute de todos,deja el efimero codigo binario y coje tu pauta, tu lienzo o tu piedra y deja que tu energía fluya.