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lunes, 19 de julio de 2010

Más desde Palas de Rei

aprovechando que hoy estoy mejor que ayer, me dispongo a contaros algo sobre esta etapa que ha sido la cuarta y en la que hemos venido desde Portomarín hasta Palas de rei, y en la que hemos caminado 25 km. No ha tenido la exigencia de la de ayer, ni por el terreno ni por el calor, puesto que no ha salido el sol hasta las 12. Pero la acumulación de kilómetros se va notando más cada día, sobre todo en los pies y aunque me voy librando de las ampollas, las sensaciones desagradables van en aumento.

Ya vamos encontrando más peregrinos. Esta mañana coincidimos con una pareja de Barcelona que iba con dos niños, uno de 7 años y otro de 11. Hacían etapas más cortas de las habituales pero con la intención de llegar a Santiago. Al pequeño le habían ofrecido llevarle la mochila y se había negado porque decía que si no la llevaba no era un verdadero peregrino, así que iba con ella y con sus dos palos. También coincidimos con una señora que iba con 4 niños de unos 12 y 14 años, acompañados por un perrito, por supuesto la correa del perro llevaba también la concha que casi todos llevamos en nuestra mochila. En Ligonde coincidimos con un señor que venía andando desde Suiza, y que nos contó que lo que más le gustaba del Camino era la hospitalidad de sus gentes.


Cuando íbamos por una de esas carreteras, nos pasó un coche de la Guardia Civil, cual no fue nuestra sorpresa cuando se bajó uno de ellos y vino a saludar a un compañero de la expedición, al parecer eran del mismo pueblo y no se veían desde hacía 17 años. Después otro del grupo comentó que era la primera vez que veía a un guardia civil acercarse con una sonrisa.

Hoy teníamos una novedad en lo que nos habían preparado para la comida, como nos quejábamos de que era difícil de trasegar el bocadillo de fiambre de estos días, hoy nos pusieron empanada, que nos comimos muy contentos en un bar de Navas de Narón. En ese mismo bar nos encontramos a Claudio y a Vicente, Claudio es ciego, aunque tiene un resto de visión importante, están haciendo el camino desde Ponferrada. Uno de los caballos se ha lesionado y lo han tenido que dejar en Portomarín, pero el otro, Terrible IV recibió las caricias de muchos de los del grupo, y hasta una manzana, aunque a cambio se prestó para que algunos que nunca habían montado en caballo diesen un paseo. Vicente y Claudio querían entrar en la plaza do Obradoiro el día 25, aunque no les han dado permmiso porque estarán los reyes.

Los dueños del hospedaje Guntina donde nos alojamos, nos han agasajado conuna queimada después de una estupenda cena. Al acabar, ya en la calle Juanjo cogió la dulzaina y hasta se atrevió con la gaita y de nuevo empezó la fiesta.

En la reunión de hoy han comentado que la etapa de mañana va a ser dura, 28,8 y que acabaremos tarde. Que si alguien no está bien no pasa nada porque suba durante algunos kilómetros al coche, es fácil que alguien se empecine aunque lo esté pasando mal, por lo que es conveniente que se deje aconsejar por los otros.

Así que por mi parte, lo dejo aquí, al menos para poder descansar unas horas, que es lo que ahora puedo hacer.

1 comentario:

jararroja dijo...

entre los del tour y vosotros, ¡qué siestas más cansadas!
bueno, ¡animo, que ya te queda menos para alcanzar.... ¡la meta!
y ojalá es´tés disfrutando del camino tanto como nos haces disfrutar a los que te leemos.