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domingo, 20 de junio de 2010

El encuentro, de Nadine Gordimer

La lectura de las últimas páginas de esta novela, me causó una gran tristeza y acabé llorando como una tonta, pero al terminarla me quedó la sensación de que era una gran historia de amor, una preciosa historia de amor a la vida y a las relaciones entre las personas. De final sorprendente, con un giro inesperado en el relato, pero a poco que uno lo piense, entiende la lógica del desenlace, al menos del que queda escrito, pues otro logro de la escritora es que más allá del final que nos cuenta, deja abierto un futuro que cada cual puede imaginar según más le guste.
Todo empieza con una avería en el coche de Julie Summer, la protagonista, que la conducirá un taller de reparaciones donde trabaja Abdu. La imagen de aquel hombre manchado de grasa saliendo de debajo de un coche, ya formará parte de su memoria personal y marcará toda su vida.
Ella es blanca, independiente, culta, rica, con un futuro prometedor por delante como relaciones públicas, de ideas progresistas y con la vida resuelta. Él es negro, sin dinero, sin casa, sin papeles, sin futuro. Ella desconoce todo de él, desde su nombre real, hasta las condiciones en las que vive su familia. Pero las diferencias raciales, culturales y religiosas no serán inconvenientes para que se inicie una historia de amor. Pero a pesar de que ella pone en marcha todas sus influencias, él se ve obligado a volver al país árabe del que procede y el que abandonó convencido de que el progreso estaba muy lejos de la tierra que le vio nacer.
La autora va perfilando delicadamente el carácter, el entramado emocional de los dos protagonistas que conformarán su relación y sus peripecias vitales. Acompañaremos a Julie en la relación con sus amigos, que como espectadores de su loca aventura intentan apoyarla y ayudarla, en el conflicto con sus padres, que representan modelos poco aceptables para ella, y en el amor por Abdu que se convierte en el motivo de su vida y que la llevará a actuar con auténtica determinación y lealtad. Él personifica el problema de la inmigración ilegal, del que huyendo de la pobreza y la miseria busca un lugar en el mundo donde conseguir una vida mejor. Acepta el amor de aquella mujer que nada tiene en común con él pero con la que consigue una intimidad donde descansar. En principio, se resiste a la obstinación de ella por acompañarlo a su tierra, y cede al final con la esperanza de que su amor pueda acabar en otro tercer lugar, ni en tu país ni en el mío.
La llegada al país árabe de Ibrahím ibn Musa, verdadero nombre de Abdu, nos mostrará su origen y las formas de vivir que le son propias, concepción del trabajo, de la familia, etc., así como la manera en que la pareja enfrenta sus diferencias. Mientras Julie intenta asimilar e integrarse a la nueva cultura, él lucha por huir de todo lo que le es propio y que rechaza, temiendo continuamente el momento en que ella le diga que vuelve a su bienestar. Cada cual podrá extraer muchas y variadas consecuencias, pero es fácil comprobar que más allá de las diferencias culturales y religiosas, existe una actitud personal frente a la vida y a la relación con los demás, la de la aceptación de lo que hay, la de la búsqueda de un espacio que se puede compartir, o la de la huída hacia adelante en busca de un sueño, que con su brillo de espejismo, de promesa por venir, oculta lo más precioso y cercano. Julie lo encuentra en el desierto, metáfora rica donde las haya, y en el encuentro real con las mujeres que nada tienen que ver con su verdadera cultura.
Nadine Gordimer Nació en Springs, Sudáfrica, en 1923. De origen judío, hija de un matrimonio blanco de clase media, pronto tomó conciencia del significado y las repercusiones
del régimen segregacionista de su país. Miembro del Congreso Nacional Africano, embajadora de buena voluntad del programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, su dedicación a la escritura nunca la ha alejado de su compromiso social. Autora de novelas, cuentos y ensayos, ha recibido numerosos reconocimientos, siendo el más importante el premio Nobel de Literatura en 1991.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo leí el libro y también me dejó muy impresionada.

Rosa Chacón dijo...

Oye suena muy bien y creo qe me voy a sentir identificada en ciertos aspectos con el libro. Voy a buscarlo.

Sol dijo...

Ah, pues ya nos contarás, será muy interesante saber si te has sentido identificada y si compartes algunas de las cuestiones.